jueves, 21 de marzo de 2013

DETERMINACION DE OBJETIVOS PUBLICITARIOS

El diseño de la estrategia publicitaria incluye un conjunto de decisiones que no se reducen sólo a cuánto gastar, sino también a la determinación de:

    1. Qué se quiere comunicar (objetivos)
    2. A quién se quiere comunicar (público objetivo)
    3. Cómo se fija y distribuye el presupuesto
    4. Cómo se dice lo que se quiere comunicar (diseño del mensaje)
    5. Qué medios se comunicación se van a utilizar
    6. Cuándo y durante cuánto tiempo se va a comunicar

Campaña de publicidad: es el conjunto de accione, conducidas generalmente por una agencia de publicidad, por cuenta de un anunciante, con unos objetivos concretos y con el fin último de estimular la demanda u obtener una actitud favorable del público objetivo. La campaña se desarrolla a lo largo de un período de tiempo determinado durante el cual se programa la inserción de anuncios en distintos medios de comunicación, seleccionados en función de los objetivos de la campaña, audiencia de los medios y coste de las inserciones.

Condicionantes de la estrategia:

    1. Características del producto: tipo de producto, grado de novedad, precio...
    2. Ciclo de vida del producto: mayor inversión en las primeras fases...
    3. Público objetivo: segmentos a los que nos dirigimos
    4. Competencia: posibles reacciones
    5. Instituciones publicitarias
    6. Normas reguladoras e instituciones de control

Definición de los objetivos publicitarios

El objetivo final de la publicidad es vender un producto o cambiar un comportamiento. Pero para conseguirlo hay que alcanzar objetivos de comunicación: diseñar un mensaje efectivo, que capte la atención y despierte el interés, que este mensaje llegue al público objetivo seleccionado, en una proporción específica y durante un periodo de tiempo determinado, que el recuerdo del mensaje permanezca el mayor tiempo posible y que induzca a la acción pretendida.
Hay que tener en cuenta en el diseño de la estrategia publicitaria que los objetivos de comunicación siempre han de estar al servicio de los objetivos del marketing.
La publicidad informativa cuando se trate de productos nuevos, la persuasiva en situaciones de fuerte competencia, y la del recuerdo se utiliza en productos maduros.
Los objetivos varían también en función del tipo de publicidad a efectuar:

  1. Según el tipo de publicidad:
    1. Publicidad de producto:
  2. Realizar proposiciones de compra
  3. Posicionar el producto
  4. Proponer solución de problemas
  5. Estimular la demanda especifica (publicidad de marca)
    1. Publicidad institucional:
  6. Crear, mantener o modificar la imagen corporativa
  7. Promover productos genéricos
  8. Promocionar ideas o cuestiones sociales
  9. según la fase del ciclo de vida del producto:
  10. Fase de introducción:
  11. Dar a conocer el producto
  12. Informar sobre las características
  13. Estimular la demanda genérica
  14. Facilitar la prueba del producto
  15. Atraer distribuidores
  16. Fase de crecimiento:
  17. Estimular demanda selectiva
  18. Crear preferencia de marca
  19. Fase de madurez
  20. Estimular demanda específica
  21. Mantener la fidelidad de marca
  22. Atraer consumidores de otras marcas
  23. Atraer nuevos segmentos del mercado
  24. Intensificar el nivel de uso entre los actuales consumidores
  25. Recordar la existencia y beneficios de la marca
  26. Proponer nuevos usos del producto



  1. Fase de declive:
  2. Resaltar nuevos usos del producto
  3. Resaltar el precio
  4. Mantener la fidelidad de marca



Público objetivo: segmento o segmentos de mercado que se quieren alcanzar con la acción publicitaria. Condicionará la definición del mensaje y el diseño del anuncio.

Determinación del presupuesto

La cuantía de la inversión en publicidad afecta a las ventas. En principio, cuanto mayor sea el presupuesto publicitario mayores serán también las ventas, pero el problema es llegar a conocer la forma y magnitud de la relación entre demanda e inversión publicitaria.
Hay cuatro formas básicas de determinar el presupuesto:

  1. Cantidad disponible: ignora la relación publicidad-ventas, lo que puede dar lugar a inversión insuficiente o despilfarro.
  2. Porcentaje de ventas: puede hacerse sobre las ventas pasadas o previstas. Pero presenta inconvenientes, como que considera las ventas como la causa y no como el efecto de la publicidad, y además el porcentaje aplicado a la cifra de ventas es arbitrario.
  3. Paridad competitiva: fijarse en los gastos de los competidores. Tampoco tiene en cuenta la relación inversión publicitaria-ventas.
  4. Método basado en objetivos y tareas: parece el más lógico. Supone una definición previa de los objetivos a cumplir con una determinación de las tareas a seguir para cumplirlos, y una valoración de los costes de estas tareas. Sin embargo es difícil de aplicar.
CONCLUSION :
Consiste en seleccionar los medios y soportes publicitarios a emplear en la campaña. La elección de los medios estará en función de los objetivos, mensaje, alcance y frecuencia deseados.
Existen distintos modelos de planificación de medios, pero en todos hay tres componentes básicos: función objetivo (que asigna un valor al plan de inserciones), estrategia de solución, y restricciones.
Podemos encontrarnos con modelos de optimización y de evaluación. Los primeros tratan de determinar el plan de medios que maximiza el número de impactos, el alcance u otra medida relacionada con las ventas, sujeto a restricciones. Los modelos de evaluación son bastante simples, seleccionan de forma secuencial los soportes y, en cada etapa, eligen la inserción que proporciona el menor coste por impacto, considerando las restricciones.

jueves, 7 de marzo de 2013

EMPRESARIOS BILLONARIOS DE MEXICO



    .
  1. Carlos Slim Helú, magnate mexicano propietario de las principales empresas mexicanas que cotizan en bolsa encabeza la lista mundial de billonarios. Su fortuna es de 74 mil millones de USD. Su fortuna se incrementó en 20.5 mil millones de dólares en un año.
     
  2. German Larrea Mota Velasco En la posición 39 del ranking de Forbes, y una fortuna de 16 mil millones de dólares. Es el director y propietario de uno de los principales grupos mineros del país: Grupo México. Su principal mina en México, Cananea, reiniciará producción en este año después de una huelga iniciada en el 2007. Tiene minas en Perú y ya recuperó el control de su mina de cobre en Estados Unidos, la cual estaba declarada en bancarrota por demandas ambientales.
     
  3. Alberto Bailleres Ya en la posicion 66 mundial y una fortuna de 11.9 mil millones de dólares. Empresario mexicano de 79 años. Su Industría Peñoles es una de las principales empresas mineras en México. 


 4 . Ricardo Salinas Pliego y familia. Está en la posición 112 mundial, con una fortuna de 8,200 millones de dólares. Ha hecho su fortuna en TVAZTECA, ELEKTRA y IUSACEL.
  1.  

martes, 5 de marzo de 2013

RELACIÓN DE LA PUBLICIDAD CON LA RELIGIÓN


PUBLICIDAD COMO UNA NUEVA RELIGIÓN 

Son diversos los autores que, a la hora de analizar la influencia
social de la publicidad recurren al símil de la influencia de la
Iglesia católica. Terence H. Qualter, en su estudio sobre las relaciones
entre publicidad y democracia en la sociedad de consumo, se
refiere en varias ocasiones a la similitud existente entre el impacto
del discurso publicitario y el del discurso católico. Frente a los apocalípticos
que proponen eliminar o reducir la influencia de la
publicidad en las sociedades modernas, Qualter recuerda que “para
apartar la publicidad, o disminuir seriamente su papel, incluso en
un ejercicio hipotético, se requeriría una reestructuración de todo
el entramado social, que incluiría todas las formas de comunicación:
literatura, arte e incluso lenguaje. Sería más o menos como
querer hacerse una idea de la sociedad medieval sin la influencia de
la Iglesia”.3 También acude a la institución eclesiástica cuando
intenta ponderar el influjo de la actividad publicitaria: “Las agencias
de publicidad tienen una influencia moral tan poderosa como
la Iglesia medieval”.4 Obsérvese que en ambos casos compara la
sociedad contemporánea (dominada por la publicidad) con la
medieval (dominada por la Iglesia), de ahí que hayamos puesto en
cursiva el término medieval, para hacer hincapié en que el autor
compara la sociedad de consumo con la medieval, no con otra
cualquiera del pasado, sino con la feudal. Una consumista y otra
teocéntrica. Aparentemente, son dos sociedades distintas y hasta
algunos dirían que antagónicas. Solo en apariencia. La razón de la
equiparación que Qualter lleva a cabo obedece a la semejanza que
existe entre el discurso católico y el publicitario. Si aquél ejerció
una enorme influencia en la sociedad del medievo determinando
desde la política hasta la vida cotidiana, éste lo ejerce en la sociedad
 de consumo con idéntica intensidad y profusión. Se trata, por
tanto, de dos sociedades mediatizadas por sendos discursos que tienen
en común una serie de elementos, como luego se verá.
En su ya clásico —y discutido— libro, Henri Lefebvre dedica
un capítulo al retorno de lo imaginario.5 Este regreso hay que relacionarlo
con las transformaciones sufridas por la sociedad industrial,
la incorporación de las técnicas psicológicas al mundo comercial
y la pérdida de las grandes referencias. A partir de una etapa
determinada, en la sociedad moderna resulta más fácil producir que
vender. El desarrollo tecnológico posibilita la fabricación de gran
cantidad de productos. El problema ahora es darles salida, es decir,
venderlos. En este momento, entra en juego la psicología. El problema
de saturación del mercado, generado por el vertiginoso desarrollo
tecnológico, encuentra en la psicología un potentísimo aliado
que ayuda a que el consumidor deje de interesarse por los valores
materiales del producto y se centre en los inmateriales. El producto
pasa entonces de objeto a símbolo. Y en este paso la psicología
juega un gran papel. Bien es verdad que, en un principio, sus
aportaciones son rudimentarias, pero, a medida que se van desarrollando
las investigaciones, se va ampliando el conocimiento de
la mente del hombre, de sus deseos, de sus sueños y sus frustraciones,
y de todo ello obtiene beneficio la publicidad, pues “cada objeto
y cada obra obtienen así una doble vida, sensible e imaginaria.
Todo objeto de consumo se convierte en signo de consumo. El consumidor
se nutre de signos: los de la técnica, la riqueza, la felicidad,
el amor. Los signos y significaciones suplantan lo sensible”.6 De
modo tal que cuando un consumidor compra un ordenador, por
ejemplo, no sólo adquiere un objeto de gran utilidad sino que además
adquiere el signo de la tecnología. En los casos de ropa o perfume,
el valor simbólico es muy superior al material. Y puede incluso
decirse que estos productos denotadores de status son adquirido,
no por sus características materiales, sino simbólicas.
Esta sustitución de lo tangible por lo intangible está también
estrechamente relacionada con lo que Lefebvre denomina la pérdida
de las grandes referencias. Uno de los rasgos más sobresalientes
de la sociedad moderna es la fragmentación, fragmentación que
deriva del abandono de nociones comunes que antaño servían para

cohesionar a los hombres. De una sociedad homogénea en la que
todos creían en Dios, la patria y el rey, se ha pasado a una sociedad
pluralista (fragmentada) en la que la noción única de poder (el
trono) se fracciona en diversos partidos políticos y la única religión
(el altar) se fragmenta en distintas opciones personales (incluidos
los ateos y los agnósticos). Esta fragmentación se acentúa cuando la
gente pierde la confianza en las grandes instituciones y se aleja de
ellas, como ha sucedido con el ejército, los sindicatos, la universidad...
Se desemboca de esta manera en una sociedad constituida
por una infinidad de grupos que se limitan a coexistir. El ejemplo
prototípico de este tipo de sociedad es la norteamericana, en la que
a las tres fracturas clásicas (la económica: ricos/pobres; la religiosa:
protestantes/católicos/etc.; la étnica: blancos/negros/latinos), hay
que sumarles otras muchas: pacifistas, oenegistas, ecologistas, vegetarianos,
feministas, proabortistas, prorriflistas, naturistas... Sin
embargo, y a pesar de las múltiples y a veces insalvables divergencias
que hay entre ellos, todos tienen en común que sus integrantes
visitan el shopping center, compran, consumen. Éste es el denominador
común que establece Lefebvre: el consumo, que sirve de
elemento aglutinador de un sinfín de grupos que, de otra manera,
terminarían enfrentándose y alterando el orden establecido.
El consumo es, pues, el cemento que cohesiona los diferentes
integrantes de una sociedad cuyos elementos poco o nada tienen en
común a no ser la visita semanal al centro comercial. Tal vez El
Corte Inglés sea la metáfora hispánica de la conformación heterogénea
de la sociedad de masas. La mayoría de la gente compra en las
secciones habituales de hogar, juventud, deporte... Los más adinerados
acuden a las elitistas boutiques donde pueden adquirir productos
de consumo minoritario. Y los menos favorecidos compran en la
planta de oportunidades. Pero todos compran. Lo mismo sucede
con la sociedad fragmentada, cada grupo tiene su propio ideario,
pero todos compran, que es de lo que en definitiva se trata en la
sociedad de consumo. En este punto, la teoría de Lefebvre es coincidente
con la de Qualter. Y así como en la Edad Media la religión servía
para agrupar a los hombres en torno a un proyecto común, en la
sociedad de masas la publicidad cumple el mismo cometido. Según
Lefebvre, “la publicidad cumple la función de la ideología” y “sustituye
a lo que fue filosofía, moral, religión, ética”. finales del siglo
XIX comienza a fraguarse una fragmentación y una disgregación
sociales de las que, en términos generales, derivan la frustración y la
angustia personales que recorren el siglo XX. Con la ayuda de la psicología,
la publicidad sabe explotar esta crisis al ofrecerle al hombre
una nueva visión del mundo adherida al envase del producto. Con
este planteamiento simbólico, la publicidad no sólo ayuda a superar
los problemas derivados de la producción masiva y sortear el fantasma
del stock, sino que termina convirtiéndose en una nueva ideología,
en una nueva forma de entender la vida.

lunes, 4 de marzo de 2013

GAMA DE COLORES EN LA PUBLICIDAD Y SU SIGNIFICADO

De acuerdo a estudios en la psicología la utilización de colores en la gama de la publicidad o bien como la identificación de una empresa, forma códigos de comunicación no verbal más certeros y eficientes, esto no solo por la apariencia y vistosidad sino que incrementan en sus logos empresarios o marcas o envoltorios utilizados, un mensaje positivo a nuestro subconsciente. 
Para mercadologos y publicistas aprovechan dicha herramienta de los colores  para provocar variedad de sentimientos tales como la calma, el deseo, el poder, alegría, fuerza, pasión, la elegancia entre otros, en un marco de los consumidores del producto para el cual trabajan.
Por lo general, el ejemplo más efectivo para nosotros como consumidores es observar por un momento la sensación que despierta en ti los colores utilizados o bien la ausencia de ellos.

Para conocer un poco de la simbología de los colores y así poder darles un buen uso en caso de que tenga algún negocio estas son las principales características de los colores para su utilización:
  • El color blanco es el color que presenta mas sensibilidad frente a la luz, se dice que es la suma de todos los colores y en publicidad se utiliza para simbolizar la inocencia, pureza, limpieza luminosidad entre otros.  El color gris que es el que está entre el negro y el blanco, representa neutralidad, indecisión, aburrimiento y vejez y sobre todo ausencia de energía.
  • El color gris se adapta a todo en especial cuando se una gris plateado dará sensación de brillantes y elegancia.
  • El color amarillo intelectual, para muchos representa calidez ya que se asocia al sol y por consiguiente al oro, sin embargo es un color contradictorio representando fuerza, alegría, voluntad y a la vez envidia, ira, cobardía y traición.  Por ser un color que causa impacto es muy utilizado en las señales de tránsito ya que se dice que es el primer color que distingue el ojo humano.
  • El color rojo, color primario para los anuncios publicitarios, ya que transmite energía y vigor, también refleja el color de las pasiones, tales como el amor y el odio, especial para anuncios de vehículos deportivos y para clientes de personalidad extrovertida.
  • El color naranja es relacionado para la estimulación de los tímidos y tristes, ya que genera entusiasmo, exaltación, fuerza activa y energética, es bien relacionado con  productos comestibles, por tanto podemos decir que si las paredes de un restaurante son de color naranja generará más apetito entre los comensales.
  • El color azul es el color más frio de los colores sin embargo el más atractivo, conocido como el color del infinito y de los sueños, remite inteligencia, emociones profundas y eternas, su simbolismo refleja belleza, generosidad sabiduría, verdad y constancia entre otros,  el azul no cansa la vista y es especial para el empaque de alimentos congelados, ya que dan la impresión de estar bien fríos.
  • El color violeta llamado también el color de la templanza, lucidez y reflexión, está asociado a la parte emocional, espiritual profundidad y experiencia.  Se utiliza para transmitir melancolía, realeza, dolor, sentimientos, religiosidad entre otros. 
  • El color verde genera el equilibrio extremo, asociado a personas superficialmente inteligentes y sociables que les gusta la vanidad y no soportan la soledad. Para las personas psiconeuroticas se dice que reduce el ansia, da calma y tranquilidad.  Es muy utilizada para dar esperanza, realidad, naturaleza, vegetación, salud entre otras, para los publicistas es excelente para demostrar frescura como los envases de frescos gaseosos a base de frutas ácidas.
  • El color negro transmite elegancia, sofisticación, aunque revertido representa el mal como la muerte, la oscuridad, el misterio.  Es un color utilizado para gente exclusiva por tanto se utiliza en anuncios de productos costosos y lujosos.
  • El color café aplicado a la masculinidad, severo y confortable que demuestra impresión de gravedad y equilibrio, asociado a la tierra, utilizado en publicidad para anuncios de temporada otoñal.
  • El color rosa reflejado a la mujer, refleja ingenuidad, bondad, ternura, amor entre otros, ausencia de todo mal. En publicidad se utilizan para productos de maternidad, así como lo relacionado a la parte infantil

LA PSICOLOGIA EN LA PUBLICIDAD

 LA PSICOLOGIA DEL ANUNCIO          
   El criterio de una buena publicidad es que deje un “sabor” positivo.Los sentimientos no son algo último, ordinario; detrás e ellos se encuentran juicios y valores.          
    Todas las medidas directas han demostrado ser ineficientes, pues el hombre se hace prudente solo por la experiencia propia.            
  Las palabras razonables y otros métodos semejantes no producen efecto alguno por el mero hecho de que las tendencias racionales, el yo que quiere provocarse, sucumben totalmente en la lucha con las tendencias de la persona primitiva que a menudo tiene la fuerza de instintos.  
EL  IMPACTO PUBLICITARIO            
El mercado actual, con sus veloces trasportes, es de ámbito regional, nacional e incluso internacional; y las transacciones comerciales se adaptan, tecnológicamente, a estas vastas exigencias geográfica.            
Se señala que la función de la publicidades seducir al consumidor, hacer que se sienta insatisfecho de su nivel de vida, incitarle a aspirar a más y hacer trabajar más para lograr obtenerlo. El deseo de alcanzar un nivel de vida mas alto es relativamente moderno, fruto de la civilización occidental mayormente y, hasta fechas muy recientemente, era sobre todo anhelo de la población urbana. La función social de la publicidad es estimular los deseos humanos, incitando a trabajar más para ganar más.               
La publicidad es parte integral de la economía de consumo, si no se estimula el apetito del consumidor, no serian posibles la renovación de las existencias y la repetición de las ventas, en la necesaria proporción anual.  
LA MOTIVACION            
 Virtualmente, todo comportamiento humano es una forma de expresión propia. Con cada cosa que compramos damos un indicio a los demás de la clase de persona que somos, contribuyendo así, a identificarnos ante el mundo en general.          
    Todo producto se caracteriza, en parte por sus propiedades funcionales y en parte, por las actitudes del publico hacia el.          
   Tiene que creer que los objetos que escoge realmente poseen ventajas funcionales y económicas. No obstante, los aspectos, los aspectos psicológicos han de ser también deseables. Tal razón de que el anuncio ideal, sea una combinación acertada de ambas fuerzas de atracción. Es una mezcla de emoción y de lógica, de realismo y fantasía, en proporción variables.            
 En la comunicación verbal hay siempre cierto grado de significación emotiva que coincide con su sentido racional. Utilizando el gesto de la expresión facial, del ademán, del tono de voz, hablaos a nuestro interlocutor.           
  Estamos acostumbrados a pensar que un producto es algo físico, con una seria de ventajas absolutas y que la función esencial de la publicidad es llamas la atención sobre dichas ventajas. pero no hay nada absoluto, solo lo que es, lo que el publico así lo considere, la belleza y el gusto, por ejemplo, son nociones que se aprenden, lo que para una persona es atractivo para otra puede resultar indiferente.  
 EL CONSUMIDOR FINAL            
 Charles F, Phillips y Delbert J.  Duran  definen al consumidor final como: “aquel que hace uso de las mercancías para satisfacer necesidades y deseos personales o de su hogar”. Todos somos consumidores, existen tantas variedades como personas y, nuestros gustos y preferencias cambian constantemente.            
 Examinaremos brevemente la clasificación tradicional de los motivos de compra,  apoyándonos en la diferencia que establecen los profesores Rayburn Tousley y Eugene Clark 2 Existen dos influencias muy importantes que se destacan  en la decisión final del consumidor: una es la motivación del producto y la otra es el motivo de patrocinio.             Por regla general, estos motivos se clasifican: emocionales y racionales. Ambos, se aplican tanto a los motivos del producto como a los del patrocinio. Veamos algunos de los puntos designados usualmente como emocionales:
 Þ    Emulación o imitación
Þ    Conformidad.
Þ   Placer o diversión
Þ    Individualidad Los motivos racionales son, entre otros, los siguientes: Þ    La economía
Þ    Duración
Þ    Confiabilidad Cabe señalar, que no es posible distinguir claramente entre lo racional y lo emocional.   
 ANALISIS DE LOS MOTIVOS PUBLICITARIOSCONSCIENTE Y SUBCONSCIENTE           
  En el primer nivel se encuentra aquello de lo que esta dispuesto a hablar el consumidor. En segundo, el material que la gente intenta ocultar y del que rara vez habla. En  tercer nivel se halla el material del que nunca se habla y que en realidad inquietaría a las personas si se dan cuenta de que existe. BASICOS Y ADQUIRIDOS. Muchos psicólogos subrayan la diferencia que existen ente los motivos que son básicos y los que son adquiridos. A continuación se señalan las diferencias entre los impulsos adquiridos y los básicos: 
  1. Los impulsos adquiridos difieren de los innatos por cuanto son más fáciles de definir y especificar.
  2. Las recompensas que reducen los impulsos adquiridos varias más de una situación a otra que las que reducen los impulsos innatos.
  3. Los impulsos adquiridos y sus recompensas son mucho mas medidles que los impulsos innatos.
 CONTROLABLES E INCONTROLABLES.
Hubo una época en que los anunciantes creían que casi todas las compras eran un proceso lógico irracional y que todos los anuncios debían proporcionar la razón de hacerlas. Ahora hemos visto que algunos de nuestros anunciantes mas venturosos subrayan los atractivos aparentemente racionales, pero esperando en realidad que se haga la compra por razones emocionales.  
CAMPOS DE LA SICOLOGIA PUBLICITARIA 
Þ    Psicoanálisis
Þ    Teoría del aprendizaje
Þ    Teoría de la clase social (rasgos)  
AREAS DE COMPRA DEL CONSUMIDOR           
  Hay que contestar estas preguntas para saber las ares de compra del consumidor. 
  1. ¿Cuando compra la gente?
  2. ¿Como usa la gente el producto?